
Por la bandera hemos acogido estos colores, porque consideramos los más apropiados debido al significado que explicamos a continuación:
Blanco: se presenta en la bandera con el significado de la paz, por la tranquilidad que se respira en la institución y por la educación encaminada al respeto de este valor, a su cultivo y promoción. Se pretende en todo momento, que las actitudes vayan dirigidas a la conservación de la paz para concienciar a la comunidad en general de la importancia de ésta como base de todo progreso social, cultural y educacional, además de ser la única fuente de la verdadera realización del hombre en la sociedad.
Café: simboliza el hábito franciscano, a la vez los principios de esta comunidad que han sido inspiradores de la educación que se brinda. Represente, por lo tanto, a nuestro patrono San Francisco de Asís, cuya vida de entrega a Dios y a sus hermanos es el modelo que se pretende imitar a través de la formación integral impartida por las Hermanas y maestros en general, siempre preocupada por el cultivo de los valores que caracterizaron a San Francisco y que hacen de las alumnas personas verdaderamente humanas.
Verde: como símbolo de la esperanza, representa esa fuerza que nos impulsa a seguir adelante siempre en busca de un alto ideal de realización que nos lleve a ser mejores en nuestro papel como maestras contribuyentes al progreso y bienestar social y protagonistas de la verdadera educación que brindaron.
Simboliza este color, además, el Valle de Sibundoy por su riqueza natural. Este lugar que se enorgullece de poseer en su seno un establecimiento educativo de tan alto prestigio que ha contribuido enormemente al avance y engrandecimiento de Sibundoy al recibir los frutos del esfuerzo franciscano: jóvenes con verdadera preparación y capacidad de realizar la difícil labor de la educación dentro y fuera de la Intendencia, llevando muy en alto el nombre de la “Normal Nacional de Sibundoy”.
El dibujo: El corazón de Jesús sostenido por dos manos jóvenes simboliza el amor a Cristo y el amor al hermano, promovido y practicado día a día en la Institución, el cual nos impulsa a encaminar nuestro esfuerzo a inculcar y exaltar los valores inspirados por Cristo para la formación de una sociedad más plena y más cristiana, lo cual lograremos como jóvenes tomando conciencia de nuestro papel y nuestra misión en la transformación del mundo siempre con la fe, el vigor y la entrega que nos acerca más a Dios.
AUTORAS: Sayre Morales Chingal
Alexandra Tumal
Sandra Burbano
Ana Lucía Montenegro
Mariana Meneses
Pilar Sandoval
Liliana Bravo
Alumnas Décimo “B” 1991.
El escudo de la Normal Nacional para Señoritas de Sibundoy, Putumayo, es una síntesis de lo que hace, lo que es y dónde funciona esta institución.
Su lema “AMOR, CIENCIA, DEBER Y PORVENIR”. En la parte alta, al centro, se destaca el emblema franciscano en honor a la benemérita comunidad de Madres Franciscanas de María Inmaculada, quienes dirigen la Normal con la caridad de Cristo y el fervor de su patrono cuyo cordón enmarca los dos cuadros superiores del escudo, los cuales llevan fondo plateado y dorado respectivamente, porque el Putumayo es rico.
En el de la izquierda sobresale el anagrama Mariano, porque esta Normal es Mariana, -el Decreto de creación se aprobó precisamente el 13 de mayo de 1953-. En el de la derecha descansa un libro, símbolo de la Ciencia que alumbrará el Porvenir de la juventud como una lámpara encendida que vivificará y fortalecerá el AMOR que debe alentar a todo maestro en el cumplimiento del DEBER.
Las hijas del Putumayo y de otros lugares cual palomas mensajeras, beben de esa ciencia que difundirán por distintos lugares porque saben que la juventud y la niñez constituyen el porvenir de la nación.
En la parte inferior del escudo está el Valle de Sibundoy donde funciona la Normal, circundada por fértiles montañas entre las cuales descuella el volcán Patascoy, mudo testigo del trabajo, la constancia y el valor de los habitantes del Alto y Bajo Putumayo. Una fuente cristalina, cual serpentina de plata, armoniza con el verde claro de los prados haciendo de los suelos lugares verdaderamente fecundos. Esa fuente da el nombre a la región y ella es el río Putumayo.
Una cinta celeste enmarca la parte inferior del escudo con el nombre de la Institución.
NOTA. La idea del escudo se debe al reverendo padre Lucas de Batet, capuchino, fue bosquejado por las alumnas del tercero y cuarto en 1957.
Pintado por Isaura Lombana y Graciela Freire de tercer año. La interpretación se debe a Zoila Cuayal V., graduanda de 1957.
Su lema “AMOR, CIENCIA, DEBER Y PORVENIR”. En la parte alta, al centro, se destaca el emblema franciscano en honor a la benemérita comunidad de Madres Franciscanas de María Inmaculada, quienes dirigen la Normal con la caridad de Cristo y el fervor de su patrono cuyo cordón enmarca los dos cuadros superiores del escudo, los cuales llevan fondo plateado y dorado respectivamente, porque el Putumayo es rico.
En el de la izquierda sobresale el anagrama Mariano, porque esta Normal es Mariana, -el Decreto de creación se aprobó precisamente el 13 de mayo de 1953-. En el de la derecha descansa un libro, símbolo de la Ciencia que alumbrará el Porvenir de la juventud como una lámpara encendida que vivificará y fortalecerá el AMOR que debe alentar a todo maestro en el cumplimiento del DEBER.
Las hijas del Putumayo y de otros lugares cual palomas mensajeras, beben de esa ciencia que difundirán por distintos lugares porque saben que la juventud y la niñez constituyen el porvenir de la nación.
En la parte inferior del escudo está el Valle de Sibundoy donde funciona la Normal, circundada por fértiles montañas entre las cuales descuella el volcán Patascoy, mudo testigo del trabajo, la constancia y el valor de los habitantes del Alto y Bajo Putumayo. Una fuente cristalina, cual serpentina de plata, armoniza con el verde claro de los prados haciendo de los suelos lugares verdaderamente fecundos. Esa fuente da el nombre a la región y ella es el río Putumayo.
Una cinta celeste enmarca la parte inferior del escudo con el nombre de la Institución.
NOTA. La idea del escudo se debe al reverendo padre Lucas de Batet, capuchino, fue bosquejado por las alumnas del tercero y cuarto en 1957.
Pintado por Isaura Lombana y Graciela Freire de tercer año. La interpretación se debe a Zoila Cuayal V., graduanda de 1957.
HIMNO DE LA NORMAL
CORO: Con el amor, la dicha y la esperanza
Cantando va la alegre juventud
De Sibundoy, resonará en el valle
Nuestro ideal de ciencia y de virtud.
Del porvenir la cima escalaremos
Con juvenil anhelo de triunfar!
Arriba ya! La patria nos espera!
Con fe y amor nos quiere coronar!.
Noble misión la vida nos ofrece
De difundir la ciencia y la bondad,
Bajo la luz de Cristo, que nos dice:
“la vida soy, la senda y la verdad”.
Himno triunfal de amor y de alegría
En nuestras almas resonando está.
De paz y bien la ruta se ilumina!
Verde laurel se nos ofrece ya!.
Como el cantar del sol brotó armonioso
Del buen juglar de Dios allá en Asís
Su inspiración seráfica nos brinde
Para entonar un cántico feliz.
Templo y hogar nuestro colegio amado
Con esplendor de gloria brillará;
Y el corazón con gratitud y afecto
Nunca jamás su amor olvidará.
Y cuando hermoso brille nuestro esfuerzo
Tras la batalla noble del vivir,
Repetirán el valle y las montañas:
“Ciencia y amor, deber y porvenir”.